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1/12/13

Antologías: Half-Life



¡Saludos, Holders! Os llevamos en esta ocasión a un pequeño viaje al pasado. En este artículo haremos un retro-análisis de la primera entrega de la saga Half-Life. Es conocido por todos por ser uno de los FPS de más importancia en la historia del PC, y por ello hemos querido hacerle un pequeño “repaso” para recordar el porqué de esto. 

Todo comienza en un (excesivo) viaje en una especie de vagón, en el que una voz nos va explicando que estamos en una empresa llamada Black Mesa, que se dedica a la investigación científica. Mientras nos explica las bondades de la empresa, en la pantalla aparece un pequeño mensaje que nos indica las características del personaje que encarnaremos durante toda la historia: Gordon Freeman, varón, 27 años, licenciado en el MIT. Este tren le sirve a Valve para enseñarnos la potencia y calidad (estamos en el año 1997) de su novedoso motor GoldSrc.

                                   Aunque el viaje se nos hace largo, podemos ver todas las bondades del motor gráfico.

A partir de aquí, salimos del tren y nos indican lo que tenemos que hacer para ir un experimento, al que llegamos tarde. Esto nos sirve para ir familiarizándonos con los controles y el movimiento en general, que no dista mucho de los actuales FPS.

Cuando llegamos al experimento, éste presenta problemas y, tras unos espléndidos efectos especiales ( lo máximo que podía optar un Pentium 1 con 32mb de ram y una gráfica de 2mb) descubrimos que algo ha salido mal, por lo que debemos escapar de allí.

En este punto es donde realmente empieza el juego. Ya al principio nos encontraremos algunos enemigos (en un principio “aliens” a los que después se le suma el ejército de los EE.UU) que deberemos ir combatiendo con armas que van desde una palanca de metal o una 9 mm, pasando por una metralleta con lanzagranadas o un lanzamisiles hasta llegar a las armas más “fantasiosas” como un lanzador de rayos de plasma alimentado por plutonio. En estos primeros pasos el juego se basa en ofrecernos unos bonitos puzzles fabricados a partir de conductos de ventilación ocultos, pasillos muy similares, y es bastante frecuente el tener que dar un rodeo gigantesco para llegar a un punto que teníamos enfrente, pero al que no podemos acceder porque se derrumba el puente de turno (recurso muy utilizado en todo el juego).

                                         En ocasiones no saber por donde ir será frustrante.

La dificultad del juego va aumentado muy gradualmente lo que nos lleva a un desarrollo suave de la historia, que prácticamente no se deja nada por cubrir.

Tras unos cuantos capítulos (unas 2 horas de juego para los que vayan de nuevas), nos encontraremos nada más y nada menos que con el comando HECU estadounidense, que no tiene otro propósito que el de eliminar a los aliens y a los supervivientes (incluidos nosotros) para intentar tapar el desastre. Aquí nos encontramos con una IA que, puestos a ser críticos, es bastante mejorable (eso de mirarte fijamente mientras les disparas, o correr contra paredes dice mucho de porqué  no consiguen derrotar a los alienígenas). La dificultad a estas alturas es digna de un juego tan pionero, aunque para llegar aquí ya nos hemos tenido que adaptar al nivel.

                                               A veces la IA resulta bastante inútil.


Una vez llegamos a la superficie, algo en lo que todo el mundo nos insiste durante todo el juego y que parece el objetivo principal, nos damos cuenta que al parecer la plaga del experimento ha tenido un alcance ilimitado, por lo que no nos queda más remedio que volver a descender (después de estar como medio juego aproximadamente subiendo). Cuando llegamos abajo de nuevo, somos informados del porqué de la situación: el experimento consistía en probar un nuevo tipo de material que al parecer provenía de otro mundo, Xen, y al llevar a cabo dicha prueba hemos habilitado el teletransporte entre ambos mundos.

Nuestro objetivo ahora será llegar a lo más profundo y restringido del complejo para viajar a este planeta y poder destruir al jefe de las criaturas, llamado Nihilanth. En la recta final del juego a la complejidad de tener que estar atento de por donde nos atacan se le suma una especie de “plataformeo” en la que tenemos que demostrar toda nuestra pericia al realizar saltos combinados y para calcular las distancias (a veces demasiado complejas y con fallos), al más puro estilo Super Mario.


                                                  Ejemplo del susodicho plataformeo.

El juego concluye cuando acabamos con Nihilanth, en la que el juego nos muestra todo su potencial, mezclando los gráficos, la dificultad de disparar en movimiento (debemos ir bien de munición) y esa especie de “juego de inteligencia” que está presente en toda la historia.

Puntuación

Gráficos: 7,5 / 10 ->… Aunque claro está, comparándolo con el resto de motores de la época. Igualmente los gráficos, a simple vista parecen de un juego de comienzos del año 2000.

Sonido: 8 / 10 -> El sonido está muy cuidado, desde la banda sonora (que va muy acorde a los momentos del juego en los que aparece) hasta las voces, totalmente en español, pasando por los efectos especiales tales como explosiones, disparos etc. Como única pega decir que todos los sonidos se encuentran en formato .wav, lo que hacen que ocupen casi 250mb de los 450 que ocupa instalado.

Jugabilidad: 9.5 / 10 -> Por algo es uno de los FPS más valorados. La jugabilidad es extraordinaria, teniendo una libertad bastante notable, y una historia que te enganchará desde el principio hasta el final.

IA : 6.5 / 10  -> Si bien en esta época no estaba muy desarrollada, la IA del juego tienes sus momentos de lucidez, pero cuenta con fallos como que el guardia de turno que te ayuda se queda trabado por un pequeño bache en suelo, teniendo que guardar partida y volver a cargar en numerosas ocasiones.

Final : 8.5 / 10 -> Quitando el engorro que es guardar y cargar de vez en cuando, aunque bien suplido gracias a las combinación de teclas para ello (F6/F7), el juego tiene una historia y una jugabilidad realmente increíbles para un juego de hace 15 años, con unos gráficos y unos sonidos suficientes para engancharte a él y crearte un aunténtico vicio, que te durará bastante ya que es un juego bastante largo en el modo historia (punto a favor contra los FPS actuales como los Call of Duty o los Battlefield, que tienen una historia bastante corta) y con un final abierto que te deja ganas de más.

Conclusiones

Tras esta primera entrega de la saga, lo único que espero es haberos incitado a que probeís por vosotros mismo todo lo comentado anteriormente, en especial en cómo un juego de hace 16 años os puede otorgar la misma jugabilidad o más que muchas sagas de FPS actuales, y como al acabar el juego morireís de ganas por ver como continúa… Aunque si no os conseguimos enganchar lo suficiente como para probarlo, al menos os coja el gusanillo de saber que pasará en la segunda entrega. 

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¡Os esperamos!

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